La limpieza de ventanas es una tarea fundamental, ya que estas se suelen ensuciar con facilidad al estar expuestas a todo tipo de residuos, sobre todo si hablamos de ventanas exteriores. Por este motivo, una de las principales tareas que requieren es el mantenimiento.
Limpiar ventanas puede ser una tarea aburrida y pesada, pero existen trucos que la facilitan y hacen que sea una actividad algo más agradable. Normalmente, el tiempo que se dedica a la limpieza de ventanas suele ser dos veces al mes. Esto es lo más recomendable porque evita que se acumule suciedad que luego con el paso de meses resulta difícil limpiar. También es importante hacer una limpieza frecuente por tema de salud, ya que el polvo implica ácaros que pueden desencadenar en alergias.
7 trucos para la limpieza de ventanas que debes tener en cuenta
Los principales contaminantes de las ventanas son, principalmente, la lluvia, el aire que arrastra consigo los residuos, la polución y el paso del tiempo que deteriora. La limpieza de las ventanas es algo importante ya que son la entrada de luz en una vivienda y la suciedad las pueden opacar y hacer que pierdan esta característica.
Para garantizar su limpieza existen diferentes trucos que puedes realizar y a continuación te mostramos 7 que requieren materiales sencillos y poco tiempo a emplear.
Utilizar vinagre blanco
Uno de los trucos más sencillos consiste en emplear el vinagre blanco como limpiador. Se trata de un producto eficaz que consigue resultados similares a los que puede ofrecer un limpiador común de ventanas. Las características del vinagre hacen que la suciedad se pueda retirar con facilidad casi sin aplicar fuerza a la hora de deslizar el paño o papel sobre el cristal.
Por otro lado, el olor del vinagre blanco suele ser más agradable que los químicos de otros productos, por lo que se puede utilizar para limpiar las ventanas desde el interior. Además, garantiza un acabado diáfano y con brillo.
La manera de emplear el vinagre blanco es mezclándolo con agua. Las cantidades son una parte de vinagre con tres partes de agua caliente. Esto se realiza para rebajar el olor del vinagre y para crear una mezcla líquida fácil de aplicar.
Emplear agua caliente, uno de los trucos para la limpieza de ventanas
Las propiedades del agua caliente hacen que todas las manchas de los cristales y la suciedad se retiren de manera sencilla. La mejor forma de utilizar agua caliente para limpiar las ventanas es juntándose con algún tipo de limpiador como un jabón neutro. Esto, esparcido con una esponja, puede ser de las formas más rápidas y sencillas de limpiar tus ventanas.
Utilizar alcohol puro
Otra de las opciones es limpiar los cristales de las ventanas con alcohol puro de quemar. Los beneficios es que toda la suciedad se retira y los cristales quedan perfectos. Para limpiar con alcohol se debe diluir en agua y las cantidades son una parte de alcohol con 10 partes de agua. Esta mezcla se puede utilizar junto con algunas herramientas que facilitan la limpieza como las regletas profesionales.
Emplear shampoo de bebé, otro de los trucos para la limpieza de ventanas
El shampoo de bebé es otra de las alternativas para limpiar ventanas. Se trata de un producto de Ph neutro que no mancha los cristales pero que elimina toda la suciedad.
La manera ideal de utilizarlo es colocando una cubeta de agua junto a ¼ de vaso de shampoo de bebé. Con esta mezcla preparada, sumergimos una bayeta para cristales de microfibra y la extendemos sobre la superficie que deseamos limpiar. Después, con agua tibia aclaramos con la ayuda de un paño absorbente o papel para evitar que queden gotas que dejen marcas.
Utilizar una esponja porosa para las ventanas muy sucias
La mejor opción para limpiar ventanas muy sucias es utilizar una esponja porosa con movimientos de arriba hacia abajo para evitar que el agua gotee.
Llevar a cabo la limpieza de ventanas en días nublados
Los días nublados pueden ser los mejores para realizar la limpieza de tus ventanas. Esto se debe a que, en un día soleado, la espuma de los limpiadores se queda seca y produce manchas muy poco estéticas.
Apostar por los movimientos verticales y horizontales para la limpieza de ventanas
Realizar la limpieza de ventanas en movimientos verticales y horizontales ayuda a que los cristales queden completamente limpios. La técnica es realizar movimientos de lado a lado en la parte interior de la ventana y de manera vertical en la parte exterior.
La limpieza de las ventanas es una tarea más del hogar que necesita de un mantenimiento para evitar el deterioro de los cristales y para sacar partido a la luz que ofrecen. Lo más común para limpiar una ventana es utilizar un cepillo apto para lavar los cristales, productos especializados como limpiadores profesionales y emplear bayetas para garantizar el secado correcto.
Sin embargo, existen otras técnicas caseras que también son aptas para limpiar los cristales, conservando su brillo y sus características. Estas son el empleo de vinagre blanco como limpiador desinfectante, el uso de agua caliente o el alcohol puro.
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